La pandemia aceleró el acceso y uso de productos financieros de la población. Los servicios financieros digitales han sido protagonistas.
Los productos y servicios digitales tienen efectos positivos en la inclusión financiera de la población. Según un reciente estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI), esto de sebe a que pueden estar asociados con un mayor crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
En consecuencia, la inclusión financiera digital podría jugar un papel relevante en la mitigación del impacto económico y social generado por la pandemia del Covid-19. En la que una ampliación del acceso y uso a productos financieros de la población de bajos ingresos y las mipymes podrían apalancar una recuperación más inclusiva.
En Colombia los avances en el indicador de acceso a productos financieros fueron importantes durante el primer semestre del 2020. En junio de 2020, 31,0 millones de adultos tenían al menos un producto financiero formal, lo que representa un incremento de cerca de 1,6 millones en el último semestre.
De este modo, el indicador de acceso, medido como el porcentaje de adultos con al menos un producto financiero sobre la población adulta alcanzó un registro del 85,9%.
En el logro de este indicador tuvieron un rol fundamental los programas de transferencias monetarias del Gobierno Nacional, como Ingreso Solidario y Compensación del IVA, en los que más de 730 mil de sus beneficiarios activaron sus productos o abrieron uno por primera vez. Paralelamente, muchas personas, en respuesta a la coyuntura generada por el Covid-19, comenzaron a darle un mayor uso a sus productos financieros o abrieron uno.
Dicho incremento en al acceso a productos financieros se explicó, principalmente, por los productos de depósito. Donde los productos digitales, como los depósitos electrónicos, tuvieron un crecimiento muy superior, en comparación a la cuenta de ahorro tradicional.
En efecto, el número de adultos con depósitos electrónicos aumentó en cerca de 4,2 millones, mientras que el incremento en cuenta de ahorro fue de 600 mil. Entre las ventajas de los productos digitales se encuentra que se abren y manejan fácilmente a través de un teléfono celular.
Este es el caso de Don Carlos quien antes de la pandemia tenía temor a abrir y usar un producto financiero. Ahora a través de su celular realiza y recibe transferencias, paga servicios públicos y realiza compras en comercios. De manera similar, ha empezado a solicitar créditos en línea. Él es uno de los 7,4 millones o de los 4,3 millones de colombianos que tiene un depósito electrónico o una cuenta de ahorro de tramite simplificado activas.
Al igual que Colombia, numerosos países, también, han impulsado una mayor inclusión financiera y un menor uso del efectivo, debido a que reducen el riesgo de propagación del virus y permiten que la economía siga operando.
Por ejemplo, China, desde la epidemia del SARS en 2003, impulsó los pagos digitales y el comercio electrónico, los cuales se convirtieron en la columna vertebral de su vibrante economía. Actualmente, la gran mayoría de las compras y las actividades económicas diarias de su población se hacen a través de pagos electrónicos o de entidades financieras (tradicionales y fintechs).
Pese a los avances de Colombia en términos de acceso a productos financieros, aún quedan retos importantes como seguir promoviendo su uso y mejorar el acceso en zonas rurales. En ello, seguramente la tecnología seguirá creando nuevas oportunidades, aunque esta debe ir acompañada de mayor desarrollo en infraestructura, productos que se ajusten a las necesidades de la población y mayor educación financiera.
Daniela Londoño Avellaneda
@danielalondono7
Experta en innovación financiera de Banca de las Oportunidades